|
https://squareblogs.net/gunnalmyal/anlisis-de-clima-laboral-en-organizaciones-giles-se-adapta-la-metodologa
Visualiza esta escena típica en una empresa chilena: colaboradores agotados, desgaste constante, quejas en el café como aquí nadie escucha o puro agotamiento. Suena conocido, ¿cierto?
Muchas organizaciones en Chile se pierden con los números y los resultados financieros, pero se olvidan del barómetro interno: su equipo. La advertencia cruda es esta: si no mides el clima, luego no te sorprendas cuando la pérdida de talento te reviente en la frente.
¿Por qué importa tanto esto en Chile?
El escenario local no afloja. Tenemos fuerte rotación en retail, burnout en los call centers y diferencias generacionales enormes en sectores como la minería y la banca.
En Chile, donde pesa la talla constante y la buena onda, es común ocultar los problemas. Pero cuando no hay confianza real, ese humor se convierte en puro ruido que esconde la desmotivación. Sin un diagnóstico, las organizaciones son inconscientes. No ven lo que los empleados de verdad conversan en la máquina de café o en sus chats internos.
Los beneficios palpables (y muy nuestros) de hacerlo bien
Hacer un diagnóstico de clima no es un costo, es la mejor inversión en productividad y tranquilidad que consigues hacer. Los beneficios son evidentes:
Menos permisos y inactividad: un dolor que le sale millones a las empresas chilenas cada año.
Fidelización de talento nuevo: las generaciones recientes cambian de pega rápido si no perciben valor y clima sano.
Mayor output en equipos remotos: clave para sucursales regionales que a veces se sienten desconectados.
Una diferenciación tangible: no es lo mismo proclamar “somos buena onda” que probarlo con evidencia.
Cómo se hace en la práctica (sin quemarse)
No requieres un departamento de RRHH enorme. Hoy, las soluciones son cercanas:
Plataformas de feedback: lo más efectivo en la nueva normalidad. La regla es garantizar el resguardo identitario para que la gente hable sin reserva.
Termómetros rápidos: en vez de una encuesta pesada cada 12 meses, lanza una microencuesta semanal rápida por canales digitales.
Reuniones pequeñas: la herramienta top. Destapan lo que nunca saldría por intranet: roces entre áreas, fricciones con jefaturas, flujos que nadie domina.
Conversaciones 1:1 con colaboradores regionales: su opinión suele quedar fuera. Una llamada puede visibilizar problemas de comunicación que nunca verías en una encuesta.
El gran secreto: el diagnóstico no puede ser un teatro. Tiene que traducirse en un programa tangible con hitos, responsables y deadlines. Si no, es puro papel.
Errores que en Chile se repiten (y arruinan todo)
Anunciar ajustes y no hacer nada: los trabajadores chilenos lo cachan al tiro; puro verso.
No asegurar el resguardo: en estructuras muy jerárquicas, el miedo a reacciones es real.
Importar encuestas externas: hay que customizar el lenguaje a la realidad local.
Tomar una foto y no seguir: el clima cambia tras la salida de un líder clave; hay que tomar pulso de forma constante. |
|